¿Qué estás creyendo que es la sanación que realmente no es?
Sanar es el proceso de ser, saber, percibir, recibir y permitirlo todo en un momento o respecto a una situación determinada, y después, elegir lo que realmente quieres ser en relación a eso.
Ser sanador significa estar dispuesto a sanarte a ti mismo y, en el proceso, invitar a otros a ser, hacer y tener más.
Ser sanación o dar sanación significa ser la energía, el espacio y la consciencia donde cualquier cosa pueda existir sin que nada sea juzgado y donde cualquier cosa pueda cambiar con total facilidad, gozo y sincronía.
¿Cuál es tu principal razón para querer sanar a los demás? La razón no tiene nada que ver con el otro. La trampa más grande es en tu propio proceso de sanación es creer que tu misión es para ayudar a los demás, cuando el fin de tu misión es definirte a ti mismo, afirmar QUIÉN ERES.
Todo ataque, problema o enfermedad que percibes en otros es una petición de amor o de ayuda, pero la petición no viene del otro, viene de ti. La ayuda la pide TU SER a través del reflejo del otro, y si el otro es tu reflejo, entonces eres tú quien tiene que sanar, eres tú quien tiene que preguntarse: “¿Qué está pasando en mi que se manifiesta como esta situación o conducta en el otro?”, “¿Dónde es que yo estoy siendo o haciendo eso?”
Eres un ser humano, no un hacer humano.
Todo lo que tu cuerpo hace es para experimentar algún estado de SER. Comes para SER SANO; duermes para ESTAR DESCANSADO. Trabajas para SER abundante, practicas tu técnica de sanación para SER SANADOR. Y todos los estados del ser se experimentan a través de las EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS. ¿Qué estado del ser estás buscando alcanzar llamándote Sanador? ¿Qué emoción quieres experimentar tratando de sanar al mundo?
Adopta ahora mismo el estado de ser que quieres alcanzar.
Ser un verdadero Sanador no tiene nada que ver con lo que haces, y todo que ver con lo que estás siendo. La vida que realmente quieres la vas a generar desde lo que elijas SER; tu hacer será una consecuencia de tu ser.
Quien tú eres es la misma sanación que estás tratando de otorgar. No hay sanación más poderosa que la presencia sanadora de tu ser. No hay luz más brillante que la luz que emana de ti cuando te permites ser todo lo que eres y alumbrar al mundo con ella. ¿Por qué pondría Dios el sol donde no pueda alumbrar nada? ¿Por qué pondría Dios las estrellas donde nadie pueda verlas?¿Estás dispuesto a ser la estrella más brillante en tu mundo y a permitir que tu luz alumbre el camino para aquellos que quieran bañarse en ella?
Haces brillar la luz de tu ser y haces fluir la sanación a través de ti al no permitirte hacer nada que violente o vaya en contra de quien tú eliges ser y de lo que has declarado que quieres sanar.
Todo lo que eres, lo estás eligiendo.
Ser es un estado en el que vives, no algo que haces. No puedes “hacer” felicidad, sólo puedes SER felicidad dependiendo de lo que estás eligiendo ser.
El ser es algo que se elige, no algo que se induce, y jamás eliges a fuerza, siempre tienes opción. Puedes provocar un estado de ser simplemente con elegir uno. Un estado de ser es un sentimiento, no una acción. Ese estado de ser o esa emoción se sublima o se eleva cuando se convierte en un estado de consciencia, es decir, cuando te permites ser, saber, percibir y recibir sin juicios todo lo que ese estado de ser o emoción representa en tu vida.
Te invito a que elijas en este momento el estado de ser (emoción) que quieres experimentar en y a través de ti y sé eso, vibra en esa emoción. Ahora, permítete ser, saber, percibir y recibir todo lo que ese sentimiento o emoción es y expresa a través de ti.
El único secreto para mantener ese estado de Ser está en tu atención. Tu objetivo es sanar una parte de tu cuerpo, tu vida o tu consciencia, no porque sea imperfecta o incorrecto, sino porque esa parte de ti quiere ser algo distinto. Si te enfocas en tu propia sanación, en la emoción que quieres experimentar, tu cuerpo hará automáticamente cualquier cosa necesaria para ayudarte a ser y vivir esa sanación y experimentar ese estado de ser.
Siempre te estás auto-definiendo y auto-afirmando.
Todo lo que se actualiza en tu vida es resultado de lo que piensas, dices y haces, y lo que dices, piensas y haces es un reflejo o una declaración de QUIEN TÚ ERES EN ESE MOMENTO. Puedes decir o afirmar que eres abundante, pero si tus pensamientos y creencias dicen que “no alcanza”, “no es suficiente” o “no sé cómo generar más” o si cuando tienes dinero corres a gastarlo en vez de disfrutarlo y cuando lo gastas, sientes miedo de que se acabe, hay una incoherencia entre lo que eliges ser y lo que crees posible respecto a serlo.
Si quieres ser abundante, tienes que pensar abundantemente (o evitar penar en cualquier forma de carencia), tienes que hablar de abundancia y tienes que actuar desde la abundancia que tú eres. Algunas veces te encontrarás con situaciones que aparentemente te impidan ser y recibir más de esa abundancia (o de cualquier otra cosa que quieras ser). La clave para trascender esos momentos es preguntarte “¿Esta elección (pensamiento, palabras, acciones) o situación es una re-afirmación de lo que soy o quiero ser?”; si la respuesta es “no”, pregúntate “¿qué más puedo elegir ahora?” “¿qué más es posible que aún no he considerado?”
Tu pasión enciende tu don.
Hacer es la experiencia de ser o, el ser, experimentándose siendo. Pasión es el amor de hacer, el amor de convertir el ser en acción, es el fuego interno que nos lleva a expresar quiénes somos.
Una cosa es ser amor, y otra es hacer algo amoroso. Esta urgencia de hacer a fin de experimentarte siendo, eso es tu pasión, y tu pasión es lo que activa tu don.
Tu don es la habilidad o capacidad con la que elegiste encarnar en este mundo para experimentar y expresar de la manera más gozosa, fácil y abundante posible, la verdad sobre quien eres. Tu don no tiene nada que ver con ser vidente, ser sanador, tener el tercer ojo abierto o hablar con los ángeles.
Todo eso son sólo herramientas que tu don (la mejor versión de la más grande visión de tu ser) usa para expresarse en el mundo. Tu don se trata de la energía que eres e irradias cuando te sientes completamente feliz y realizado; se trata del espacio que abarcas cuando estás siendo esa felicidad y de la consciencia que eres y a la que puedes invitar a otros mientras haces lo que sea que hagas para expresar la verdad de tu ser.
Estás en este mundo para sanarte a ti mismo, mientras invitas al mundo a una nueva posibilidad de ser. Cuando entiendes esto, te conviertes en un verdadero sanador.
¿Qué te está reflejando el mundo respecto a lo que tienes que sanar en ti? Sanador, ¿qué más es posible ahora que aún no has considerado?
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