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SESIÓN DE MEDITACIÓN CON PERLA SALAS


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Vamos a hacer una meditación muy especial, es mi meditación favorita porque te conecta directamente con los ángeles y con todas las partes divinas de ti. Esta meditación es rápida, sencilla y muy poderosa para crear milagros dentro de ti y en cada área de tu vida (relaciones, carrera, finanzas, salud y bienestar). Una vez que la hayas practicado un par de veces, no debe de tomarte más de 5 minutos. Mereces 5 minutos (y mucho más) para amarte y transformar tu vida en una experiencia mejor de lo que jamás hayas imaginado.

 

Cierra tus ojos y respira lenta y profundamente. Toma consciencia de cada parte de tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza y, conforme notas cada parte, ordénale que se suelte y se relaje. Continúa respirando profundamente y llama mentalmente a la luz blanca divina, la más alta vibración de la luz de la siguiente manera: “Aquí y ahora Yo Soy invocando la luz blanca divina del Altísimo Dios del Universo”.

Sigue respirando mientras tomas consciencia de cualquier cambio en tu cuerpo, tu energía o tus emociones.

Piensa ahora en los ángeles, como sea que tú los visualices o percibas. Llama a tus ángeles y pide que te rodeen con un hermoso círculo de luz, amor, sanación y protección: “Aquí y ahora Yo Soy completamente rodeado por la luz, el amor, la sanación y la energía de todos los ángeles que me acompañan”. Sigue tomando consciencia de cualquier cambio en ti o a tu alrededor.

Ahora, pide a tu Alma que funda su luz y su energía con tu mente, tu cuerpo y tu espíritu:

“Aquí y ahora Yo Soy uno con la fuente de luz y la energía divina de mi alma, que se funde y se derrama completamente sobre mi mente, mi cuerpo y mi corazón.”

Toma unos momentos y simplemente respira y recibe el amor y la luz dentro y alrededor de ti.

Coloca tus manos en posición de oración a la altura de tu chakra corazón (en el centro de tu pecho), permitiendo que los nudillos de tus pulgares toquen tu pecho, y cierra tus ojos.

Repite para ti mismo o en voz alta “Yo me amo” al menos 10 veces seguidas (por favor no permitas que te distraiga el conteo, simplemente repítelo durante el tiempo que se sienta bien para ti). Juega imaginando y sintiendo el “Yo” como tu Alma, tu Ser Divino expandiéndose con amor infinito, magnífico e incondicional hacia todo el universo.

Luego, conforme dices “me amo”, inhala la frase hacia ti, aprópiate de la frase y permite que su magnificencia llene completamente tu mente, tu cuerpo y tu espíritu.

Permanece unos momentos con esta afirmación y aduéñate de los sentimientos que despierten en ti.

Con tus ojos aún cerrados, repite ahora “Yo me abro al amor de mis ángeles” al menos 10 veces seguidas. Juega nuevamente a imaginar y sentir el “Yo” como tu Alma expandiéndose con infinito amor hacia el horizonte delante de ti y hacia todo el universo.

Al decir “me abro”, imagina y siente tu chakra corazón abriéndose como una rosa y expandiéndose hacia los confines del universo.

Luego, al decir “al amor de mis ángeles”, visualiza y siente lo siguiente: existe al menos un ángel guardián que fue creado para estar contigo y únicamente contigo. Es una creación de Dios mismo que Él te regala para que siempre te sientas amado, protegido y aceptado incondicionalmente. Tu ángel (o ángeles) son amor divino puro, un amor tan grande, que Dios se dio a Sí mismo para ti a través de él (ellos). El amor es tu regalo y tu derecho divino y está aquí contigo, en este mismo instante.

Desde este entendimiento, al decir “al amor de mis ángeles”, imagina y siente este amor inmenso e incondicional que te rodea aquí y ahora. Permanece con tus ángeles unos minutos y, cuando estés listo, piensa en el área de tu vida o de tu cuerpo que quieres sanar o llenar de amor divino.

Mientras piensas en eso que quieres sanar, repite en tu mente “mi copa se derrama” e imagina que la luz y el amor de Dios y de los ángeles se derrama sobre ti y, desde ti, fluye como una cascada hacia la cosa, persona o situación que quieres sanar.

Permanece ahí todo el tiempo que quieras. Cuando estés listo para regresar a tu consciencia, respira profundo, mueve tu cuello, tus pies y tus manos y, poco a poco, abre tus ojos a una nueva percepción de ti y del mundo que te rodea.

VERSIÓN SIMPLIFICADA PARA LA PRÁCTICA.

Cierra tus ojos y respira lenta y profundamente. Toma consciencia de cada parte de tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza y, conforme notas cada parte, ordénale que se suelte y se relaje.

En tu mente o en voz alta, repite lo siguiente:

“Aquí y ahora Yo Soy invocando la luz blanca divina del Altísimo Dios del Universo”.

Continúa respirando…

“Aquí y ahora Yo Soy completamente rodeado por la luz, el amor, la sanación y la energía de todos los ángeles que me acompañan”.

Hazte consciente de tu cuerpo y tu energía.

“Aquí y ahora Yo Soy uno con la fuente de luz y la energía divina de mi alma, que se funde y se derrama completamente sobre mi mente, mi cuerpo y mi corazón.”

Sigue con tus respiraciones y tu consciencia alerta.

Coloca tus manos en posición de oración a la altura de tu chakra corazón, repite: “Yo me amo”.

Repítelo varias veces hasta que sientas que tu pecho comienza a abrirse.

En la misma posición repite ahora: “Yo me abro al amor de mis ángeles”.

Repítelo varias veces hasta que sientas que tu energía completa se expande.

Siente tu energía, percibe la energía de los ángeles y repite: “Yo me amo y me abro al amor de Dios y de mis ángeles aquí y ahora”.

 

Piensa en lo que sea que quieras sanar o cambiar visualizando una luz blanca que se derrama sobre y, desde ti, hacia aquello que quieres sanar y repite: “mi copa se derrama”.

Cuando estés listo, mueve tu cuerpo y abre tus ojos.

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